Los moáis de isla de Pascua esconden muchos misterios para la ciencia y en 2011 un sorprendente descubrimiento ha vuelto a poner esta isla del pacifico en el punto de mira. Las cabezas de los moáis de isla de Pascua tienen cuerpo, hasta hace un año no se había pensado en desenterrar las cabezas que estaban dispersas por toda la isla de Pascua. El descubrimiento es uno de los mejores del siglo XXI dado la importancia del hallazgo.
Los moáis de isla de Pascua que han sido desenterrados tienen inscripciones en las espaldas que pueden ayudar a desvelar algunos misterios de los antiguos habitantes de esta isla del Pacifico. Se cree que la población que habitaba la isla de Pascua en el pasado, pudo destruir su civilización precisamente por las escultura de estas estatuas, consumiendo todos los recursos en los bosques, lo que produjo una extinción de las especies de aves y demás animales que vivían en la isla provocando una escasez de los alimentos que provoco diputas tribales entre los habitantes llevándolos a la guerra.
Pero esto tan solo es una hipótesis, dado que los moáis se encuentran dispersos por toda la isla parece que fueron abandonados mientras se trataba de trasladarlos, por lo que hace pensar que alguna guerra pudo haber provocado el abandono de las estatuas de los moáis de isla de Pascua de manera precipitada. Hasta ahora la mayoría de los Moais de la Isla de Pascua, aparecían con el torso y la cabeza descubierta.
Otros parecían ser únicamente una cabeza. La cuestión es que hasta hace apenas un año, a nadie se le había ocurrido que las cabezas de los Moais, pudieran ser Moais completamente enterrados al
igual que los que aparecían desenterrados. La mayoría de los documentales sobre la Isla de Pascua y los datos empíricos sobre las misteriosas estatuas que se ofrecían al público, obviaban esta
cuestión. (Lo cierto, por increíble que pueda resultar es que ya se sabía desde 1915). En concreto fueron Katherine y William Scoresby los que primeramente expusieran los diagramas de los
primeros torsos de los Moais.
Pues la sorpresa, por obvio que parezca es que en pleno siglo XXI, hasta hace un año aunque ya se sabía desde 1915 que las cabezas de Moais emergentes en la isla, contenían un cuerpo bajo tierra,
que en algunos casos supera los 8 metros de profundidad, nadie quería hacer publicidad de la excavación que se estaba llevando a cabo.
Naturalmente, ante semejante hallazgo, como siempre, comienzan las presiones de aquellos que consideran que es mejor mantenerlos enterrados, o tapar el hallazgo. Pero en este caso los arqueólogos
obviamente no están dispuestos a dejar de desenterrar el misterio. Así que una entidad privada sin ánimo de lucro como es http://www.eisp.org/ ha asumido la competencia de llegar al fondo del
asunto.
Igualmente, sucede con las misteriosas inscripciones que figuran en algunas de las figuras. Así las cosas. ¿Cómo es posible que no se haya comenzado con las excavaciones de semejante descubrimiento si como algunos aducen, ya se conocía desde hace casi un siglo?. ¿Tan poco interés revelaba para la comunidad científica un hallazgo de semejante envergadura?. Es extraño, pero la clave está en la profundidad de los Moais.
Si se demuestra que la profundidad es de 8 metros en la excavación, estaríamos sin duda ante una antigüedad superior a 15.000 años, lo que nos colocaría en un evento con tsunamis próximo a la
última glaciación, algo que sería incompatible con la existencia de escritura, al menos en base a los actuales axiomas Ortodoxos de la Ciencia. ¿Acaso es esta la razón por la que se pretende
datar a los Moais en la época del año 1500 de nuestra era?
Los datos no cuadran a juzgar por las evidencias, a menos que los enterraran, pero entonces no se explicaría por qué los que están descubiertos carecen de inscripciones y los que están enterrados
presentan inscripciones y son de mayor tamaño que los que no están enterrados. No parece tener mucho sentido enterrar los más grandes y con inscripciones que nadie leerá, y en cambio dejar al
descubierto los de menor tamaño sin inscripción alguna.
La pregunta que se hacen los arqueólogos una vez más es: ¿Por qué tanto empeño en no reconocer que las antiguas civilizaciones y determinados tipos de escritura, eran mucho más antiguos de lo que
se pensaba?.
Por el momento los datos de la escritura presente en los Moais y de los expertos que están intentando descifrar los textos, permanecen en el anonimato para evitar presiones, pero en palabras del
director de la exploración:
La hipótesis más probable es que una ola gigante barrió la ex isla y su antigua civilización, que se perdió en las brumas del tiempo. Las estatuas no fueron enterradas, pero el paso del tiempo,
el escombro y el polvo borraron a esta civilización, de la cual no se sabe nada. Se cree pudo estár el mito de la Atlántida y del continente cuyas leyendas resurgieron con este descubrimiento
excepcional.
Con el tiempo conoceremos más detalles de los responsables de la excavación, y de la traducción de los textos encontrados en algunas de las estatuas que han desenterrado. Una cosa está clara.
Demasiado peso y tamaño para mover las estatuas hace 15.000 años. Definitivamente otro gran misterio de la arqueología aún sin resolver.