YONAGUNI. UNA CIUDAD BAJO EL AGUA


La isla Yonaguni es una isla japonesa, perteneciente al Archipiélago de Ryûkyû, localizada a 300 millas (480 km) al suroeste de Okinawa y situada también al oriente de Taiwán. Tiene una superficie de 28,88 km² y 1745 habitantes. La temperatura media anual es de 23,9 °C, con unas precipitaciones anuales de 3000 mm.
En la isla Yonaguni se habla un idioma propio, el idioma yonaguni.
Unida al continente hasta el final de la última glaciación, allí se desarrollaron las famosas estructuras que, en tiempos actuales, son todavía objeto de polémica. En el siglo XII fue incorporada al reino de Ryûkyû y luego en el siglo XVII (1609), fue anexada al feudo japonés de Satsuma. Para 1879, la isla fue incorporada de manera formal al país y de 1945 a 1972 fue ocupada por Estados Unidos, posteriormente fue devuelta a Japón, formando parte de la prefectura de Okinawa.

Las Estructuras de Yonaguni son un conjunto de estructuras descubiertas en la isla japonesa de Yonaguni alrededor de 1985, por el submarinista japonés Kihachirō Aratake (新嵩喜八郎), quien las halló por casualidad. Se trata de un megalito, que probablemente estuvo fuera del mar durante las eras glaciares, con formas en su superficie que parecen haber sido talladas por el hombre
Se ha especulado mucho sobre el origen de este monumento como se le denomina en Japón. Para muchos geólogos e historiadores, las estructuras serían de origen natural.
Otros autores suponen que Yonaguni fue parte de la civilización de Mu, cuya suerte habría sido similar a la de la Atlántida o Thule.
El área atrae actualmente a gran número de turistas, atraídos por las sorprendentes estructuras.

Teoría de Misaki Kimura


Tiempo después de su descubrimiento, un grupo de científicos dirigidos por Misaki Kimura (木村政昭), (de la Universidad de Ryūkyū) confirmó su existencia. Según el estudio del profesor Kimura, la estructura natural fue en alguna época modificada por el hombre. Esto daría fuerza a las especulaciones según las cuales Yonaguni pudo ser parte de la civilización de Mu y que luego desapareció, tal y como la Atlántida o Thule. Se trataría de una construcción realizada al menos hace 10 milenios, lo que la convertiría en la estructura arquitectónica más antigua conocida, muy anterior a las primeras edificaciones de Mesopotamia, Egipto, India y China.
Particularmente, según estas teorías, una estructura en forma de túnel de 1,2 metros de alto, que forma parte de una grieta en la piedra, hubiera representado un formidable obstáculo para acceder al resto de la estructura cuando ésta no estaba bajo el agua. La grieta también sería muy peculiar, por estar compuesta por piedra calcárea, un tipo de piedra que no existe en la región. Dos orificios circulares adyacentes de aproximadamente 2 m de profundidad no concordarían con el resto de la estructura, de manera que habrían sido tallados. Su finalidad habría sido el almacenamiento de agua, aunque otros piensan que pueden ser las bases para pilares de algún tipo. Hacia un extremo del monumento se encuentra una piedra ovalada que tampoco parece concordar con el conjunto. Su extremo superior apunta hacia el norte, y podría haberse utilizado para determinar la hora del día. Para la talla de la roca, realizada antes de la invención de utensilios metálicos, se habrían utilizado cuñas de madera, con el fin limpiamente partes de la roca.


Tras el terremoto submarino

El 4 de mayo de 1998, partes de la isla y del monumento fueron destruidas por un terremoto submarino. Después del terremoto se realizaron filmaciones submarinas descubriendo nuevas estructuras jamás vistas anteriormente, cuya forma es similar a los Zigurats de Mesopotamia, con características insospechadas que, según algunos, desmentirían su origen geológico, convirtiéndolos en los edificios más antiguos del mundo.
En términos históricos y arquitectónicos, no se le pueden atribuir su construcción al reino de Ryūkyū, ya que históricamente, el ente es reciente (siglos XII-XVII), puesto que hasta ahora no se han descubierto las herramientas con que se han construido las estructuras y sus dimensiones son comparadas con las Pirámides de Egipto, Mesopotamia, México y Perú. También se han encontrado agujeros en las cimas de las estructuras cuya función sería dar cimiento a los postes de madera que soportaban el techo.


Teoría de Teruaki Oshī

El origen de las edificaciones es anterior al final de la era glacial, ya que según opinión del geólogo Teruaki Oshī, que el hombre las construiría aprovechando algunas formaciones geológicas preexistentes, en donde hay conexiones interestructurales que posteriormente fueron destruidas por sucesivos sismos (el área de las estructuras se ubica sobre una falla telúrica) lo que denota un gran nivel de organización. Así, en la época en que fueron originadas, el área de Yonaguni formaba parte del puente que unía las islas de Taiwán, Ryūkyū y Japón con Asia en tiempos de la última glaciación, dado que el nivel del mar era más bajo que el actual a causa de la acumulación de hielo en las zonas templadas. Sus supuestos constructores pertenecerían a una civilización mucho más sofisticada que las conocidas de la antigüedad, formadas después del IV milenio aDC.

Masaaki Kimura es un geólogo marino de la Universidad de Ryu Kyu que ha estudiado el sitio durante los últimos 15 años. Él opina que las piedras submarinas son los restos de una ciudad de hace 5.000 años. Se basa en la datación de las estalactitas halladas en cavernas que se hundieron al mismo tiempo que la supuesta ciudad.


Afirma haber identificado marcas y signos grabados en la piedra y rocas esculpidas con formas de animales. Asimismo ha identificado diez estructuras en Yonaguni y cinco estructuras similares más en la isla principal de Okinawa. En total las ruinas cubren un área que abarca 300 por 150 metros.

Las estructuras incluyen las ruinas de un castillo, de un arco triunfal, cinco templos y por lo menos un gran estadio, conectadas por caminos y canales de agua y protegidas parcialmente por lo que podrían ser enormes muros. La estructura más grande es una pirámide monolítica, que se alza hasta una profundidad de 25 metros.


La ciudad se hundió hace 2.000 años, en uno de los grandes sismos que azotan esta parte del Océano Pacífico. De hecho, el 4 de mayo de 1998, una parte de la isla y de las ruinas fueron destruidas por un terremoto submarino.

Pero no todo el mundo opina como Kimura. Robert Schoch, profesor de ciencia y matemáticas de la Universidad de Boston, está convencido que ninguna de las estructuras de piedra es obra de la mano del hombre. Según él se trata de formaciones geológicas suficientemente conocidas y propias de una zona con importante actividad sísmica.