Según los resultados preliminares reportados conjuntamente por la NASA y la ESA, la primera medida extraterrestre es de 3 micrones y en realidad es una bacteria que prospera en gran
cantidad óxido de hierro. Sin brazos, sin ojos, sin iPhone, pero sólo una boca voraz alrededor de una sola célula. Esta bacteria es resistente a temperaturas extremas y vientos solares. Su
presencia se había detectado en meteoritos marcianos, pero los científicos siempre creeían que se debía a la contaminación de la muestra.
Con este descubrimiento, ahora sabemos que no estamos solos en el universo. El simple hecho de saber que hay dos planetas habitados por vida en nuestro sistema solar, hace que tengamos que
repensar y revisar los patrones probabilísticos completamente y volver a examinar las zonas habitables alrededor de las estrellas. Esta es una gran noticia en este lunes de Pascua.