Decenas de momias se han encontrado en el cementerio del municipio colombiano de San Bernardo desde 1957. Según los expertos, "no existe una explicación científica para el fenómeno", uno de los más extraños de este tipo que jamás se ha registrado.
Los cadáveres momificados conservan la ropa, la piel, el pelo e incluso las flores con las que los enterraron. Todo se mantiene asombrosamente casi intacto.
Según los expertos, "se trata de un rarísimo proceso de momificación natural al que no se le ha encontrado aún una explicación científica".
Algunos investigadores citan como posible causa de este fenómeno la gran variedad de verduras que consumen los habitantes de este pueblo, entre ellas la chailota, con supuestos beneficios regenerativos. Otros, por el contrario, aluden a la composición de la tierra o a la posición estratégica del cementerio.
Sin embargo, aunque no exista un acuerdo sobre cuál puede ser la causa real de este fenómeno, lo cierto es que, como dicen sus habitantes, San Bernardo, un pueblo pequeño, remoto y eminentemente agrícola de la provincia colombiana de Cundinamarca, "vuelve a estar en los mapas gracias a sus muertos".