ANDINA/Percy Hurtado Santillán
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La antropóloga Elva Torres, responsable del Gabinete de Antropología Física de la DRC Cusco, señaló que el primer individuo en estudio corresponde a un infante que presenta pérdida de los
miembros inferiores post mortem.
Especificó que mantiene tejidos blandos como la piel en el cuello y tórax cubriendo la columna vertebral, costillas y parte del brazo
derecho.
El cráneo, indicó, presenta deformación de tipo anular y se puede apreciar huellas de las almohadillas deformadoras en el frontal y occipital, así como huellas de bandas
deformadoras en los parietales.
Asimismo, la especialista explicó que, a consecuencia de la deformación craneana, las cavidades orbitales se agrandaron y aún se aprecia parte del globo ocular en la órbita derecha.
Respecto a las suturas craneales, señaló que están en proceso de cerrarse, incluyendo la fontanela, proceso ocurre durante la infancia aunque puede durar más tiempo dependiendo de muchos factores.
La dentadura presenta datos específicos respecto a la edad del infante, ya que muestra dientes primarios tanto en los maxilares como en la mandíbula.
Los segundos molares se encuentran en proceso de erupción, lo que indicaría que el individuo tenía entre tres y cuatro años, refirió al
mencionar que la mandíbula muestra una eminencia normal que estaba en proceso de crecimiento.
Con relación a la segunda osamenta, mostrada al lado de la primera, corresponde a un infante de cero a un año, con el cráneo incompleto, pues sólo se encuentran los huesos parietales
y occipitales articulados a la parte posterior del cráneo.
También presenta restos de textiles que lo envolvían, refirió la especialista.
Torres señaló que ambas osamentas fueron obtenidas mediante el huaqueo, por lo que se encuentran incompletas y no están asociadas a un
ajuar funerario como se estilaba en tiempos prehispánicos.
El arqueólogo Domingo Farfán dijo que las deformaciones craneanas prehispánicas se realizaban con pequeñas tablas, moldes y cintos en la cabeza de los menores de tres años en
distintos pueblos del Tahuantinsuyo como un indicador de posición social o como una marca de tipo religioso.
Recordó que, según cronistas de la época colonial, esas prácticas fueron promovidas por el inca Manco Cápac y, posteriormente, por
su nieto, el inca Lloque Yupanqui.
La DRC indicó, en una nota de prensa, que evalúa iniciar acciones legales respecto a la procedencia de dichas osamentas y de otros elementos culturales que se encuentran en Andahuaylillas
y que son producto del huaqueo.
El director del museo privado Ritos Andinos, Renato Dávila Riquelme, informó la semana pasada sobre el hallazgo de dos momias, una de ellas con supuestas características no humanas a dos
kilómetros de la ciudad de Andahuaylillas.