Que los aztecas tenían abundantes conocimientos astronómicos es un hecho conocido. Laastronomía ejercía tal influencia en su cultura que la mayor parte de sus tradiciones están basadan precisamente en el comportamiento de las estrellas, planetas y otras nociones espaciales.
También podemos decir, sin temor a equivocarnos, que sus decisiones diarias se regían por los resultados que obtenían de sus observaciones del cielo. Veamos cuánto sabían los aztecas de astronomía y para qué la utilizaban.
Astronomía y arquitectura aztecas
Es imposible hablar de la astronomía en los aztecas sin mencionar su relación con laarquitectura. Este pueblo construyó grandes edificaciones, especialmente pirámides, en honor al sol, la luna y otros astros, como modo de agradecer a las estrellas y glorificarlas. En ellas se realizaban sacrificios, los que según su pensamiento mágico-religioso aseguraban el correcto funcionamiento astral y la bonanza del planeta.
Muchos de estos espacios eran también observatorios, desde donde rastreaban el movimiento celeste, tal como hacían otros pueblos mesoamericanos. La labor era realizada por nobles y sacerdotes, quienes realizaban rituales nocturnos que les permitían definir sus calendarios. Los templos eran lugares altos para poder seguir la salida y puesta de los astros.
Mediante palos cruzados y usando como guía el horizonte construían los planos para sus ciudades y edificios más importantes. Las líneas equinocciales les servían de orientación a la hora de hacer los centros de culto. El Templo Mayor, por ejemplo, fue alineado de tal forma que durante elequinoccio de primavera el sol sale entre dos de sus construcciones.
El uso de la astronomía por los aztecas
La observación de los ciclos celestes permitió que los aztecas descubrieran la duración del año solar, el mes lunar y las revoluciones de Venus (584 días). Por esa razón desarrollaron sus calendarios y establecieron sus propios días de ceremonias.
Otro gran avance astronómico fue la predicción de eclipses solares y lunares, así como del paso de cometas y estrellas fugaces. Naturalmente, el interés mayor de los aztecas por la astronomía se debía fundamentalmente al significado religioso que le otorgaban a la adivinación y a los rituales relacionados con los astros.
Sistemas de tiempo: calendarios aztecas
Si hay algo que nos permite conocer cuánto de astronomía sabían los aztecas es precisamente sus sistemas de tiempo que se expresaban en dos calendarios simultáneos, aunque con propósitos distintos: el calendario ritual y el calendario solar anual.
- Ritual: llamado Tonalpohualli, que se traduce como ‘recuento de los días’, consiste en un ciclo de 260 días que se utilizaba para la adivinación. Es una suerte de almanaque sagrado con el que se aseguraban las ceremonias religiosas y la previsión del futuro.
- Solar anual: llamado Xiuhpohualli, que se traduce como ‘recuento de los años’, consiste en un ciclo de 365 días y regula la ronda anual de festividades según cada estación. Tenía un papel fundamental en la agricultura.
Ambos sistemas son dos engranajes giratorios que se acoplan entre sí y el comienzo del más largo debe alinearse con el comienzo del más corto cada 52 años, lo que define la realización de actividades religiosas significativas. Los aztecas tenían un artefacto llamado la Piedra del Sol que hacía las veces de calendario.
Como su nombre lo indica, la Piedra del Sol se trata de una gran piedra redonda que pesa más de 20 toneladas. Es sorprendente dado que este pueblo no contaba con martillos ni taladros para construir algo con dimensiones tales.
Este calendario es 103 años más viejo que el gregoriano. Se construyó a lo largo de 52 años (de 1427 a 1479). En su centro se encuentra una imagen del dios Sol y le rodean una serie de símbolos ―seres vivos y elementos naturales con los que este pueblo estaba familiarizado― que representan las estaciones y los días del mes azteca.
El año azteca contaba con 18 meses, cada uno de ellos de 20 días. La suma de estos números daba 360 días; sin embargo, dado que los expertos habían determinado que el año contenía 365 días, se le sumaron 5 días llamados Nemontemi, que quiere decir ‘días de sacrificio’.
Todo esta información nos revela lo avanzados que eran los conocimientos astronómicos del pueblo azteca y qué nivel de sofisticación desarrollaron sus estudiosos, de modo que pudieran crear todo un sistema complejo y bastante acertado del tiempo, así como tener una comprensión de la importancia de la astronomía para la vida humana.