LA ISLA FANTASMA DE SAM BRANDAN

La Isla Brasil es una isla fantasma situada en algún lugar del océano Atlántico y conocida de diversas formas desde su primera aparición en la mitología irlandesa, alguna vez identificada con la isla de San Brandán. En el mapa de Pizigani de 1367 con el nombre de isla de Braçir es triple; en mapas posteriores se conocerá con los nombres de Braxil, Brazille,Hy Brasil y otras variantes, con las que llegará todavía al mapa de Jefferys, publicado ya en el siglo XVIII. En el controvertido mapa de Vinlandia, se identifica con la isla de San Brandán situada frente a las costas de Francia: «Magnæ insulæ Beati Brandani Branziliæ dictæ».

En 1498 Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos ante la corte inglesa, informaba de que desde hacía siete años buscaban la isla navíos ingleses.
Tales expediciones pudieron de hecho inciarse hacia 1480, en relación con la búsqueda de caladeros de bacalao. También hablaba de esas expediciones hacia 1498 John Day, un mercader inglés, en carta dirigida probablemente a Cristóbal Colón, donde afirmaba que los marinos de Bristol habían llegado a ella, situándola por tanto en el Atlántico Norte, próxima a Terranova y en relación con las expediciones de Juan Cabot.

La mencionada isla fantasma habría estado situada en Europa, frente a las costas de Irlanda, por lo que no parece tener relación con el país sudamericano descubierto por exploradores portugueses a principios del año 1500 bautizado de Brasil. Asimismo, no existen archivos que compartan el origen del nombre Brasil para dicha isla fantasma, se cree que en un principio se llamó Basil y luego Hi-Brasil o Hy-Brasi.

Sin importar el nombre o la ubicación, la historia de la isla es consistente: Es el hogar de una civilización rica y altamente avanzado. Los que visitaron la isla volvió con los cuentos de oro con techo de las torres y cúpulas, ganado sano, y los ciudadanos opulentos. La tradición de Hy-Brasil es igualmente fascinante. Por ejemplo, está envuelta en la niebla o tal vez bajo el océano, y sólo aparece brevemente, una vez cada siete años.

El nombre de Hy-Brasil, según esta línea de investigación, proviene del gaélico Ui-Breasail, literalmente “los descendientes -e.d.”el clan”- de Breasal”, un antiquísimo clan del noreste de Irlanda cuyos orígenes se pierden en la leyenda mitológica.

Dos expediciones salieron de Bristol, una en 1480 y otra en 1481, y de ninguna tenemos noticias excepto una breve carta escrita por Pedro de Ayala a Miguel Pérez de Almazán, Secretario de los Reyes Católicos desde Londres tras el regreso del viaje de Cabot en 1498, y otro documento del gobierno de Bristol donde se le notificaba al descubridor que esas tierras ya habían sido “descubiertas en el pasado por los hombres de Bristol que encontraron Brasil” (“discovered in the past by the men from Bristol who found Brasil”) Sobre la financiación de esta expedición o expediciones desde Bristol sí tenemos algunas noticias y el detalle curioso de este anexo, el cual se describe más abajo en la nota.

También ha habido quienes han relacionado la descripción de la Isla de Utopía (1516) de Tomás Moro con, si no el origen de la creencia, el auge y extensión de esta. La idea de Moro de un mundo feliz, sin desigualdades entre los seres humanos, parece que nace de la descripción del Archipiélago de Fernando Noroha -actual estado de Pernambuco, Brasil- hecha por Americo Vespucio y aparecida en la primera edición (1507) de “Quattuor Americi Navigationes” -narración de los viajes de Vespucio- y de la que Erasmo de Rotterdam, supuestamente, daría noticia al santo/mártir inglés.

“La isla de Utopía tiene en su parte media —Ia más ancha —una anchura de doscientas millas. Esta anchura sigue siendo la misma en la mayor parte de la isla, hasta que, poco a poco, se va estrechando hacia ambos extremos. Toda la isla semeja una figura de luna nueva, y esta figura tiene quinientas millas de extensión superficial. Separa ambos extremos una distancia de once millas; entre ellos pasa un vasto y ancho mar, que por razón de estar circundado de tierra por todos lados se halla resguardado de los vientos, cuyas aguas, quietas como las de un lago, no levantan grandes olas; adentro es como una suerte de obra, y los habitantes de la isla sacan gran provecho de las naves que arriban a todas partes de ella.”

Hay quienes mantienen que Cabral llegó a este lugar en 1500, aunque el mismo descubridor – el de la polémica con Vicente Yáñez Pinzón- nunca llamó “Brasil” a las tierras a las que arribó. Recordemos que Pinzón llamó al lugar que llegó Cabo de Sta. Mª de Consolación y que Cabral lo bautizó como Ilha de Vera Cruz y más tarde pasó a llamarse Terra de Santa Cruz. Los portugueses llamarían finalmente Brasil al lugar por la abundancia de palo Brasil o pernambuco -Caesalpinia echinata-, arbol de pulpa color rojo intenso: este color, relacionado con brasa, habría dado nombre al lugar.

En los mapas en los que aparecía dibujada, se representaba como una isla de forma circular con un etrecho o un río partiéndola por medio de este a oeste. A pesar de no haber sido localizada jamás, se le estuvo estampando en los mapas desde 1325 hasta 1865, época en que en las Islas Británicas era conocida como Brazil Rock.