Antigua ciudad emerge gradualmente de los turcomanos arenas del desierto

La antigua ciudad de Gonur-Tepe, descubierto en la época de la Unión Soviética, continúa revelando los misterios enterrados bajo la arena durante miles de turcomanos desierto de Karakum.

A cien kilómetros de la ciudad de María, las ruinas de Gonur-Tepe dar fe de la riqueza del patrimonio arqueológico de Turkmenistán, uno de los países más aislados del mundo.

Se extiende sobre 30 hectáreas, en un vasto laberinto rodeado de altos muros.

Unos 2.000 años antes de Jesucristo, Gonur-Tepe encuentra uno de los asentamientos más avanzados de la Edad del Bronce, y al mismo tiempo, uno de los más misteriosos.

La ciudad sin duda poblada por miles de personas, fue el centro de una red de ciudades en el delta del río Murgab, que se origina en Afganistán y Turkmenistán cruces.

Cubierto de arena y matorral, la ciudad fue descubierta hace más de 60 años por el famoso arqueólogo soviético Viktor Sarianidi, ahora 84 años.

En casa excavación, los arqueólogos encontrar nuevos objetos de gran calidad. Sus artesanos fueron capaces de dar forma al metal para fabricar ornamentos en plata y oro y esculpir el hueso y piedra.

"Este año, reservamos Gonur una nueva sorpresa, un espléndido mosaico" celebra un equipo de arqueólogos, Nadezhda Dubova. Fecha - explica - un período anterior a la fabricación de mosaicos de la civilización griega y romana.

"Es sorprendente ver hasta qué punto estas personas tenían técnicas avanzadas. Profesores aprendido a trabajar la piedra natural a una temperatura alta para que sea más fácil, y luego se calentó de nuevo para retener por más tiempo", explicó.

Merv, a 30 km de María, es otra ciudad de la región que muestra el progreso de la gente entonces.

Construido en la época del Imperio Aqueménida persa, Merv cayó en desgracia después de ser saqueada por los mongoles en 1221.

Pero a diferencia de Gonur-Tepe, Merv fue descubierto en la época de los zares, cuando Turkmenistán fue un trasero lejano del Imperio Ruso. La ciudad forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1999.

El mausoleo del sultán Sandjar es uno de sus principales tesoros, con su cúpula de 17 metros de diámetro.