Los antiguos egipcios fabricaban artefactos sagrados con maderas preciosas revestidas de láminas de oro. El Arca de la Alianza es, quizás, el mas famoso de esos artefactos. Era una caja de
madera de acacia revestida de láminas de oro fino.
Las urnas sagradas destinadas a la protección de los objetos sagrados que ahí se almacenaban eran construidas como condensadores que luego se cargaban eléctricamente. Cuando el Arca
estaba así cargada podía ser letal si se le tocaba. El voltaje necesario para cargar el Arca lo provee la diferencia de potencial eléctrico atmosférico existente entre el cielo y la tierra. La
gradiente eléctrica sobre la tierra es de unos 60 a 100 voltios por metro en buen tiempo y aumenta de 6.000 a 12.000 voltios por metro en un régimen de tormenta.
El Arca se instalaba usualmente en lugares altos naturales o artificiales (pirámides) para aprovechar este efecto.Las arcas de diseño y estilo descritas en Éxodo fueron históricamente egipcias,
no israelitas o hebreas. Un buen ejemplo de esto es el arca de Anubis descubierta en 1922 por Howard Carter en la entrada de la tumba de Tutankhamon. Los querubines del santuario dorado de
Tutankhamon son similares a aquellos del arca de la alianza.
El Arca de la Alianza poseía unas características electromagnéticas que la hicieron peligrosa ante cualquier manejo erróneo. Solo los sacerdotes especialistas podían manipularla. Lo que
apreciamos en Dendera es similar. Si ciertas naves aterrizaron en el techo del templo, o los sacerdotes imitaran con esa liturgia contactos producidos en tiempos más remotos, sería lógico suponer
que los dioses aportarían a los mortales su sabiduría y su tecnología. Pero no es así, los dioses bajaron en sus naves para hacerse cargo de una pila cargada en el sancta sanctorum del templo,
por unas energías que desconocemos pero que muchos sensitivos han logrado captar.
Los dioses habían obtenido su ofrenda en forma de electricidad. Dioses que recorrían el cielo de Egipto y que descendían precisamente en el templo dedicado a la Dama del Cielo, tal y como fue
descrito por Berosso o por Demetrio de Falera, director de la Biblioteca de Alejandría y autor de la obra titulada “Acerca de las luces que se ven en el cielo, puntos luminosos que se ven
ocasionalmente en el cielo y que nada tiene que ver con las estrellas”.
Volviendo al Viejo Testamento, la descripción de un capacitor eléctrico es precisamente la misma que la descripción del arca de la alianza.
Un arco de corriente eléctrica es precisamente el proceso usado en los laboratorios científicos de hoy para producir oro monoatómico, antiguamente llamado mfkzt o sheem-an-na: el místico
polvo blanco de la piedra de fuego.
En el repositorio secreto de la Cámara del Rey dentro de la gran pirámide, el primer explorador, el Califa Al-Mamun encontró como único mobiliario el cofre de granito, conteniendo no un cuerpo
sino una capa de un polvo misterioso.
La conexión entre el Arca y Egipto no ofrece dudas..