El islote de Es Vedrà, situado al suroeste de la isla deIbiza, España, encierra un sinfín de leyendas y testimonios de carácter misterioso. Isleños, pescadores e investigadores
aseguran haber presenciado en sus alrededores avistamientos y fenómenos paranormales sólo comparables a los reportados frente al famoso Triángulo de las Bermudas.
Es Vedrà es, para muchos de los visitantes y habitantes de Ibiza, el lugar más emblemático y enigmático de la isla. Su forma imponente y belleza singular atraen cada año a una gran parte de los
miles de turistas que visitan la isla española en el Mar Mediterráneo.
Cientos de ellos se acercan cada verano al suroeste de Ibiza para contemplar desde la playa de Cala d’Hort este extraño islote de 385 metros de altura y apenas 60 hectáreas, sin saber, al igual
que muchos de los habitantes de la isla, que el peñón es el centro de numerosas leyendas.
Al parecer algunos investigadores de los fenómenos paranormales sostienen que el lugar, que fue declarado Parque Natural en el año 2002, forma parte, junto al Peñón de Ifach (en Calpe, Alicante)
y la costa suroeste de la isla de Mallorca (la mayor de las Baleares), del llamado ”Triángulo del Silencio”, una zona de unas características similares al conocido Triángulo de las Bermudas.
Varios pescadores han afirmado haber visto pasar por debajo de sus embarcaciones objetos extraños mientras navegaban por las aguas cercanas a Es Vedrà y a su vecino Es Vedranell (un islote
similar pero de menor tamaño situado a pocos metros del peñasco).
Y de la misma manera que Cristóbal Colón y su tripulación reportaron en su época el avistamiento de luces extrañas frente al célebre Triángulo de las Bermudas, varias personas aseguran haber
observado luces extrañas salir y entrar del agua sin poder otorgarles una explicación racional.
Algunos nadadores, entre ellos el campeón de España de caza submarina José Amengual, gran conocedor de las aguas mediterráneas, han constatado haber sentido extraños ”ruidos metálicos” de una
gran intensidad en las profundidades de sus aguas y haber visto a ”bandadas de peces cambiar de rumbo” al escuchar tales sonidos.
Existe la teoría de que el místico islote alberga bajo sus aguas una base de objetos voladores no identidicados (OVNIS). Según algunos de los psíquicos y parapsicólogos que lo han visitado,
la enorme mole de piedra es un extraordinario acumulador de energía similar a las pirámides de Egipto, al famoso Stonehenge o a las estatuas de la isla de Pascua. Esto ha llevado a pensar a
algunas personas que los objetos no identificados avistados en los alrededores del lugar en los últimos años se desplazaron hasta la zona para aprovecharse de su energía o esconderse en sus
profundas aguas.
Hay quien dice que en el deshabitado islote, en el que apenas existen unas pocas especies vegetales dado el elevado nivel de salinidad del aire, la concentración de minerales y metales es
tal, que el campo magnético entorno a la isla desorienta a las palomas mensajeras y crea interferencias en los radares de barcos y aviones.
En este sentido, muchos isleños recuerdan con sorpresa el llamado ”Caso Manises”, uno de los avistamientos ovnis más importantes de España. Este es el caso del periodista y escritor ibicenco
Josep Riera, uno de los máximos responsables de la difusión de los mitos que asolan al místico islote. Riera, que trabajó entre los años 1973 y 1986 en el Diario de Ibiza (el periódico local
de mayor difusión de la isla), informó durante años a los miles de isleños sobre las leyendas y los testimonios relativos a Es Vedrà. El ya retirado periodista comenta que fue precisamente el
día 11 de noviembre de 1979 (a las 11 p.m. del día 11 del mes 11) cuando un avión que se dirigía desde Palma de Mallorca a Tenerife se vio obligado a realizar un aterrizaje forzoso en el
aeropuerto valenciano de Manises después de haberse visto acosado durante más de ocho minutos por un objeto volador no identificado “justo en la mismísima vertical del islote Es Vedrà”.
Josep Riera compara el peñón con un centinela de piedra encargado de la protección de la isla de Ibiza a la cual pertenece y señala: ‘El gran responsable del clima de espiritualidad de la
zona y de que, poco a poco, creciera la `leyenda’ sobre Es Vedrà es el padre carmelita Francisco Palau, que estuvo en esa peña como ermitaño en la segunda mitad del siglo XVIII, tras ser
desterrado a Ibiza desde
Cataluña”.
El padre Palau, fundador del monasterio de las Carmelitas Misioneras en la localidad ibicenca de Es Cubells y responsable de la ”recristianización” de la isla de Ibiza, relató en una de sus
obras algunas de las numerosas experiencias y visiones que vivió en el islote entre los años 1854 y 1860 como avistamientos de ”damas de luz” y “seres celestiales”.
‘Antes de que el carmelita llegara a Ibiza, no he encontrado documentación ni testimonio alguno que me permita afirmar que hubiera alguna leyenda, creencia o mito sobre el islote de Es Vedrà,
exceptuando quizás una `rondalla’ de Joan Castelló Guasch titulada El gegant des Vedrà”, explica Josep Riera. Pero las rondaies eivissenques son cuentos tradicionales que mezclan realidad y
ficción.
Riera comenta también cómo toda esta serie de leyendas y artículos que él fue publicando “calaron hondo en una sociedad que al mismo tiempo vivía el fenómeno de los hippies en unas islas
cuyas playas pisaron los miembros de Pink Floyd, Deep Purple, Bob Dylan, Eric Clapton, Bob Marley… En una generación que daba paso a otra más romántica pero también más mística, y que seguía
las enseñanzas de los lamas tibetanos en Sant Llorenc¸, o de los gurús de la Meditación Trascendental en Sant Miquel, y cuyo paso siguiente vendría representado por la new age con toda su
carga de esoterismo, misticismo, creencias heterogéneas, meditaciones o rituales de wicca en las noches de luna llena en la playa de Cala d’Hort…”
Sin embargo y a pesar de todo, Es Vedrà sigue siendo curiosamente para la mayoría de los isleños y turistas el lugar más mágico de la isla de Ibiza.