Un hombre zimbabuense, que falleció después de una larga enfermedad, “resucitó” en su propio velatorio. Su jefe fue quien notó el movimiento de las piernas en el ataúd, ante la incredulidad y espanto de sus familiares.
El ataúd con el cadáver fue presentado ante las decenas de personas que asistían a la capilla ardiente. "Fui el primero en ver el movimiento de las piernas, mientras estaba en la fila para ver el cuerpo", aseguró Gaka. "Al principio no me lo podía creer, pero luego me di cuenta de que, en efecto, el cuerpo realizaba algunos movimientos, mientras que el resto de los invitados retrocedían, incrédulos", añade el dueño de la empresa.
Gaka, al remover las mantas del cuerpo, permitió a todos ver que Zanthe había “resucitado”. Los familiares llamaron a una ambulancia, que trasladó al hombre al hospital.
Zanthe pasó dos días en el clínico y luego fue dado de alta. "Lo único que puedo confirmar es que la gente se reunió en mi casa a guardar luto, pero me fue concedida otra oportunidad y estoy vivo. Ahora, me siento bien", aseguró Zanthe.