En 1993, se estrenó la película “Fuego en el cielo”, que contaba la historia real de un caso de abducción extraterrestre. A simple vista se trata de uno de tantos casos, con la diferencia que la película está basada en el libro del propio Travis Walton “The Walton Experience”, la terrorífica experiencia que vivió al ser abducido. Travis Walton afirma que el 5 de noviembre de 1975 fue secuestrado por un OVNI. Sus afirmaciones fueron respaldadas por varios testigos causando una gran controversia. Esta controversia aún continúa sin haberse resuelto.
La abducción de Travis
Travis Walton era un joven de 19 años de edad en el momento del incidente. Su mejor amigo Mike Rogers, quien operaba en una empresa maderera, lo había contratado para ayudar a quitar matorrales y maleza cerca de Turkey Springs, Arizona. Este fue el mayor contrato que Roger había recibido. Para no fallar a su contratista, él y su equipo, incluido Walton, trabajarían desde el amanecer hasta el anochecer. El 5 de noviembre de 1975 a las 180:00h el equipo terminó su jornada laboral y volvieron a casa en el vehículo de Rogers. Después de conducir un corto periodo de tiempo el grupo vio una luz brillante que venía de detrás de una colina a la que se estaban aproximando. El grupo se acercó a la extraña luz y descubrió que la fuente era un objeto en forma de platillo flotando en el cielo. Roger detuvo el vehículo y Walton salió corriendo hacia el objeto para poder observarlo más cerca. El grupo que estaba en el vehículo gritó a Walton que volviera, pero les ignoró. Walton estaba casi debajo del objeto cuando comenzó a emitir un fuerte sonido. Del objeto salió un haz de luz azul que envolvió a Travis. Fue levantado del suelo, flotando en el aire por momentos antes de ser lanzado a más de 3 metros. Walton se estrelló contra el suelo con un ruido ensordecedor. Rogers y los otros miembros del equipo entraron en pánico y huyeron del lugar a toda prisa.
El equipo de Rogers
El equipo de Rogers se dirigió fuera de la zona del extraño objeto pensando que les perseguía. Al poco rato se calmaron y detuvieron el vehículo. Seguidamente el equipo comenzó a discutir qué debían hacer sobre la situación. Finalmente decidieron regresar y buscar a Walton. Cuando regresaron al lugar, tanto el OVNI como Walton ya no estaban. El equipo regresó al pueblo, pasada media hora llamaron a la policía. El ayudante del sheriff Chuck Ellison respondió a la llamada. Los hombres le contaron lo sucedido. Los hombres estaban muy angustiados y algunos de ellos lloraban. Ellison llamó por teléfono a su superior Marlin Gillespie, quien llegó a la escena y escuchó la misma historia. Gillespie exigió que todos ellos regresaran al lugar donde apareció el misterioso objeto buscaran a Travis. El 06 de noviembre, helicópteros, voluntarios y agentes de policía fueron en busca de Travis Walton.
La aparición de Travis
El lunes 10 de noviembre, todos los miembros del equipo de Rogers se les obligó a examinarse en el polígrafo. Se les preguntó sobre el OVNI y si habían matado a Walton o si sabían dónde se encontraba. Todo el equipo pasó la prueba del polígrafo, con la excepción de que uno de ellos se negó a hacer la prueba. Aunque admitió posteriormente que era debido a su pasado delictivo. Esto llevó al Sheriff Gillespie a afirmar que la historia OVNI había ocurrido realmente.
Ese mismo día, a la medianoche, Grant Neff, quien estaba casado con la hermana de Walton, recibió una llamada telefónica:
“Soy Travis. Estoy en una cabina telefónica en la estación de gas Heber, y necesito ayuda. Ven a por mí.”
Neff había estado recibiendo llamadas telefónicas de broma sobre la desaparición de Travis y pensó de qué se trataba de otra llamada igual. Pero todo cambio cuando escuchó la estremecedora voz diciéndole:
“¡¡¡Grant, soy yo… Estoy herido y necesito ayuda. Ven a por mí!!!”
Neff y el hermano de Travis llegaron a la gasolinera, encontrando a Travis desplomado en el suelo de la cabina telefónica con la misma ropa que tenía el día de su desaparición. Travis parecía confundido y aterrorizado y murmuraba las palabras “seres con ojos horribles”. Travis tenía la impresión de que habían pasado solo unas horas, pero cuando se enteró de que había estado desaparecido casi una semana se hundió más profundamente en un estado de perturbación. Después de que Travis se calmara, explicó una historia a su familia que ya ha contado innumerables veces a investigadores, escépticos y en multitud de convenciones.
La experiencia extraterrestre
Travis afirmó que recordaba el haz de luz de la extraña nave radiando a través de su cuerpo. Que luego se desmayó, para despertar sentado en una silla reclinable con una luz brillante sobre su cabeza. Travis dice que al principio no estaba asustado, ya que suponía que estaba en una habitación de hospital. Después de recuperarse se dio cuenta de que no estaba solo en esa habitación. Alrededor de él había unas criaturas humanoides con trajes muy extraños de color naranja. Mencionó cómo todo su cuerpo le dolía y tenía problemas para respirar, mientras seguía realmente aterrorizado al ver a esos seres extraños. Se levantó y exigió a las criaturas que se alejasen. Cogió un tubo cilíndrico pensando que era de cristal en un intento de romperlo para hacer un cuchillo improvisado, pero se trataba de un extraño material que no se rompía. Travis empujó a una de las criaturas lo que hizo los demás salieran de la habitación.
Salió de la habitación a un pasillo que a su vez llevaba a otra extraña habitación, se sentó en una silla y pudo observar que las estrellas y las galaxias se proyectaban en el techo. Travis comparó esta proyección como si se tratara de un planetario. Seguidamente comenzó a manipular un joystick que había en el brazo izquierdo de la silla, cuando lo hizo poco a poco las estrellas giraron a su alrededor. Decidió levantarse de la silla y volver por el pasillo a investigar una mancha rectangular en la pared que parecía una puerta. De repente, Travis escuchó un ruido detrás de él. Se dio la vuelta y se asombró al ver a un ser humano. Dijo que había algo extraño en aquel “hombre”. Llevaba un traje azul y un casco de vidrio extraño, tenía los ojos anormalmente grandes de color oro pero Travis confió en él y comenzó a realizarle algunas preguntas, pero fue ignorado. El hombre se llevó a Travis a otra habitación que contenía otros tres seres humanos. Travis fue sentado en una mesa entre los otros seres humanos que según afirma uno de ellos le puso una máscara de oxígeno sobre su cara perdiendo de inmediato el conocimiento. Solo recuerda que cuando despertó ya se encontraba en la cabina telefónica.
¿Realidad o ficción?
Duane, el hermano de Travis, decidió no contar que su hermano Travis había aparecido por miedo a causar un gran revuelo mediático. Duane también recordó que un ufólogo llamado William H. Spaulding, prometió que cuando Travis regresara le realizaría un examen médico de forma confidencial. Sin embargo, Spaulding realmente no era doctor, solo un hipnoterapeuta. Duane al enterarse del engaño del supuesto doctor tuvo una fuerte disputa con Spaulding. De esta forma se convirtió en uno de los muchos ufólogos tratando de desacreditar a Travis Walton. Además, la decisión de Duane de no informar inmediatamente a las autoridades del regreso de Travis llevó a muchos expertos a especular de que él y Travis utilizaron ese tiempo para disponer de pruebas que pudieran demostrar que el secuestro de Travis era real. Si el secuestro realmente fue un engaño entonces todos fueron engañados, tanto el equipo de trabajo como la familia de Travis. Lo único que se presenta como improbable es que el equipo de Rogers hubiese podido engañar al polígrafo. El periodista Phillip J. Klass es el principal impulsor en desacreditar este secuestro. Afirma que Travis y el equipo de Rogers tenían un interés financiero para simular el secuestro. Según Klass, Travis escribió un libro y ganó mucho dinero con la abducción. Travis Walton permaneció en Snowflake después del incidente en el que se convirtió en un eventual capataz de un aserradero local. Travis periódicamente hace apariciones en convenciones de OVNIs y realiza entrevistas para los documentales