Como si se tratara del guion de una película, en 1938 una expedición con científicos nazis viajaron a través del Tíbet. Durante la expedición hicieron un sorprendente hallazgo, encontraron una antigua estatua budista que lucia una misteriosa esvástica en su pecho. Los científicos desconcertados, decidieron llevarlo a Alemania con ellos. Pero lo mas sorprendente estaba por aparecer, mientras realzaban un estudio de la estatua observaron que estaba tallada a partir de un fragmento del meteorito. La estatua pronto pasó a formar parte de una colección privada en Múnich. En 2007, sin embargo, el artefacto fue puesto a subasta, dando una gran oportunidad a los científicos para realizar una investigación a fondo.
Historia
Desde las antiguas culturas de los inuit de Groenlandia a los aborígenes de Australia han adorado a los meteoritos. La Meca, uno de los lugares de culto más famosos de hoy en día, se basa en la Piedra Negra, que según los expertos se cree que es un meteorito pedregoso. La estatua se cree que se originó en la cultura Bon, la tradición más antigua del Tíbet del siglo XI.
La estatua es conocida como “el Hombre de Hierro”, debido a su alto contenido de hierro y níquel. Se cree que representa a un híbrido entre la estilizada cultura budista y la cultura pre-budista como un retrato del dios Vaisravana. Vaisravana era el jefe de los cuatro reyes, el rey budista del norte, conocido como Jambhala en el Tíbet. En un estudio realizada por el equipo de investigación, dirigido por el Dr. Elmar Buchner de la Universidad de Stuttgart, clasificó el material de la estatua como ataxite, una clase extraña de meteorito de hierro. Según el Dr. Buchner, la estatua fue esculpida a partir de un fragmento de meteorito que se estrelló en China, entre la frontera de Mongolia y Siberia hace unos 15.000 años. Aunque en principio se creía que los restos del meteorito fueron encontrados oficialmente en 1913 por buscadores de oro, otras teorías señalaron que el hallazgo del meteorito podría haber sido hace unos cuantos siglos atrás.
Los nazis y el ocultismo
Los símbolos nazis y los conceptos sagrados como la cruz gamada, el águila, el esquema de color rojo / negro / blanco y las antiguas runas nórdicas (una de las cuales se convirtió en la insignia de las SS) fueron adoptados de las tradiciones ocultistas de siglos atrás, compartido por los brahmanes, los masones escoceses, rosacruces, maniqueos y otros. Aunque el partido nazi adoptó la esvástica como uno de sus símbolos, también lo podemos encontrar en el simbolismo religiosocomo en el arte de los egipcios, romanos, griegos, celtas, indios, persas, hindúes y budistas. Tenemos que recordar que en el budismo, en particular, la esvástica simboliza la buena fortuna. El lema nazi, que se refleja en “Ein Volk, ein Reich, ein Führer (un solo estado, un solo pueblo, un solo líder)”, representaba lostres círculos de poder del ocultismo. La élite del partido, enseñaba el conocimiento psíquico, aprovechando la “fuerza Vril”, la abnegación, la misión de la fraternidad, la tradición medieval y la valentía de la muerte. En la actualidad muchos grupos neonazis continúan persiguiendo aún temas relacionados con el ocultismo con gran devoción. El partido nazi adoptó la esvástica como uno de sus símbolos.