Durante la renovación que se está llevando a cabo en el templo Banteay Chhmar, Camboya, los trabajadores se han topado con tres enormes cabezas de estatua de la era angkoriana enterradas bajo un metro de tierra —dos se hallan intactas y una rota. Las cabezas eran parte de la calzada que describe la ancestral leyenda hindú en donde los dioses (devas) y los demonios (asuras) sumaron fuerzas para batir el océano de leche (océano concéntrico que se encuentra más allá del océano de agua salada y del de agua dulce) y liberar Amrita, el néctar de la inmortalidad.
Según una noticia publicada en Phnom Penh Post, las cabezas de estatua están hechas de arenisca y datan de finales del siglo 12, por lo que fueron erigidas durante el reino de Jayavarman VII, rey del Imperio Jemer, en la actual Siem Reap, Camboya. Bajo el gobierno de Jayavarman VII, el reino jemer alcanzó su mayor extensión, cubriendo virtualmente todo el territorio que hoy comprenden los países de Tailandia y Laos, llegando incluso hasta los actuales Birmania, Malasia y Vietnam. Este rey se destaca, entre otras cosas, por haber abandonado el hinduismo para convertirse al budismo, volviéndose así esta última la religión nacional. En 1200 comenzó la construcción de Angkor Thom, la nueva capital real. Esta tarea agotó las arcas del reino, lo que trajo problemas económicos en las décadas subsiguientes.
El hallazgo de las cabezas gigantes tuvo lugar en el templo de Banteay Chhmar, que comprende uno de los más importantes y menos entendidos complejos arqueológicos del período Angkor. El complejo está orientado hacia el este, donde se encuentra un lago artificial con una isla coronada por un templo. De acuerdo al oficial de preservación, Mao Sy, las cabezas probablemente se desprendieron de sus respectivos cuerpos hace muchas décadas y fueron devoradas por capas de tierra gracias a inundaciones que se producen naturalmente en la zona. Lejos de ser algo perjudicial, este último hecho ayudó a preservarlas de saqueos, dado que el templo al que pertenecen los ha sufrido en reiteradas oportunidades. Se piensa que la calzada de Bantaey Chhmar es una imitación de la original en Angkor Thom, en donde existe una fila de estatuas tirando del Rey Serpiente para batir el «Océano de Leche». Teniendo en cuenta el gran tamaño de las cabezas desenterradas, la calzada debió ser espectacular. Las cabezas serán restauradas junto con el templo de Banteay Chhmar, en un intento del gobierno local para atraer más turismo internacional al lugar.
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