Desde los inicios de la humanidad los seres humanos se han visto fascinados con la idea de la existencia de una civilización subterránea. Las mitologías griegas y nórdicas hablan de toda una civilización viviendo en un mundo completamente diferente debajo de nosotros. Sin embargo, la teoría de la Tierra Hueca no es sólo un elemento de la mitología y de la ciencia ficción. Como ya abordamos en un primer artículo sobre teorías y leyendas de la Tierra Hueca, son muchas las evidencias que parecen demostrar la existencia real de seres viviendo en un mundo dentro de nuestro mundo, un lugar que va más allá de toda imaginación.
Paro a parte de las leyendas que envuelven a la Tierra Hueca, la realidad es que en la actualidad continúa siendo un elemento muy importante en foros de conspiraciones e incluso en la comunidad científica. Sin embargo, hay una gran cantidad de pruebas serias que incluso los más escépticos no pueden negar.
Los que creen en la teoría de la Tierra Hueca rechazan la creencia convencional de que el planeta Tierra es una esfera sólida con un núcleo en el centro, argumentando que la Tierra esta parcial o totalmente hueca en su interior. El razonamiento básico de esta teoría es que todas las deducciones en relación con el interior de la Tierra se basan únicamente en los cálculos de ondas sísmicas y gravedad, ya que no es posible explorar las profundidades de la Tierra y por lo tanto existe una alta probabilidad de que estos cálculos estén erróneos y la Tierra sea en realidad una esfera hueca. Si por un momento damos por buena esta teoría, se abre la puerta a la posibilidad de la existencia de extrañas criaturas humanidades viviendo entre nosotros.
La teoría de la Tierra Hueca de Edmund Halley
Uno de los primeros teóricos de la Tierra Hueca fue el conocido astrónomo inglés Edmund Halley. Halley descubrió que el campo magnético de la Tierra cambiaba gradualmente con el tiempo. Esto era solo posible si varios campos magnéticos estuvieran rodeando la Tierra. Halley llegó a la conclusión de que la Tierra era un cuerpo hueco que consta de cuatro concéntricas esferas, una dentro de la otra. Incluso propuso la existencia de formas de vida desconocidas presentes en cada una de estas tierras interiores.
La tierra Hueca del Dr. Cyrus Teed
En el año 1869, el Dr. Cyrus Teed propuso su propia versión de la teoría de la Tierra Hueca, afirmando que el ser humano no vivía en la superficie exterior de una esfera hueca, sino que vivían en el hueco de una esfera mucho más grande. Según su teoría, todo el universo se encontraba en el centro de una esfera hueca, mientras que los humanos vivían en el interior de la misma. El Dr. Teed incluso fundó una religión, para todos aquellos seguidores de su teoría. Sin embargo, la teoría del Dr. Teed no pudo ser probada y después de su muerte sus seguidores abandonaron la creencia en la teoría de la Tierra Hueca.
La Teoría de la Tierra Hueca, sin núcleo
Para muchas personas esta es la versión más creíble de la teoría de la Tierra Hueca, la cual sugiere que la Tierra es hueca por dentro, sin ningún tipo de núcleo. Varios teóricos de la conspiración han añadido sus propias perspectivas a esta teoría. El matemático y físico suizo Leonhard Euler propuso la presencia de un sol interior que proporcionaba luz solar a la tierra interna. El ex oficial del ejército John Symmes sugirió que había dos accesos a la Tierra Hueca, una en el Polo Norte y otra en el Polo Sur, a través de las cuales se podía acceder a la tierra interior. Aunque también cabe destacar que esta teoría ha ido cambiando con el paso del tiempo, y ahora estos accesos se encuentran repartidos en varios puntos del planeta.
El nazismo y la Tierra Hueca
Aunque esto no es una evidencia probada, hay una teoría popular que sugiere que el dictador alemán Adolf Hitler financió una expedición para descubrir la entrada a la Tierra Hueca en la Antártida, y al parecer fue todo un éxito. La teoría dice que durante la Segunda Guerra Mundial, miles de científicos alemanes e italianos desparecieron, supuestamente para escapar al interior de tierra a través de la entrada ubicada en la Antártida. La teoría incluso propone una colaboración entre los nazis y los seres que habitan en la Tierra Hueca.
Expediciones del almirante Byrd
El almirante Richard Evelyn Byrd de la armada de los EE.UU., realizó una expedición al Polo Norte el 19 de febrero 1947, en la que el propio almirante y su equipo descubrieron el acceso a la Tierra Hueca en el Polo Norte. Byrd incluso accedió a su interior, en el cual vio un paisaje sin hielo, con montañas, lagos, ríos, una gran vegetación y extrañas criaturas entre las que había un animal parecido a un mamut. Byrd habló también de máquinas voladoras que nunca había visto antes, y que conoció al rey y la reina de este mundo bizarro que fue llamado Agartha. Byrd registró todas sus experiencias de Agartha en su diario, que todavía es considerado como un descubrimiento importante sobre la Tierra Hueca.
El Monte Shasta, California
Situado en la Cordillera de las Cascadas, el Condado de Siskiyou, California, se encuentra un gran volcán activo de unos 4.322 metros de altura llamado Monte Shasta, el cual, además de ser un punto de referencia natural, es también el centro de un gran número de avistamientos bien documentados de extrañas criaturas y ovnis. Curiosamente, Byrd también mencionó haber visto extrañas criaturas y misteriosas máquinas voladoras en el reino de Agartha. Incluso hay muchas personas que creen que hay toda una civilización desconocida debajo del Monte Shasta. El geólogo británico J.C. Brown, mientras excavaba en 1904 en el Monte Shasta en busca de oro, descubrió accidentalmente una cueva que tenía once kilómetros de largo, que se dirigía directamente hacia el interior de la tierra. En la cueva, Brown descubrió oro, armas y momias. Este descubrimiento se convirtió en una de las mejores evidencias de que el Monte Shasta es una entrada a la Tierra Hueca.
Cueva del Mamut, Kentucky
La Cueva del Mamut, Kentucky, es considerado el sistema de cuevas más largo el mundo además de ser un lugar conocido por una serie de avistamientos de una criatura desconocida, así como numerosos avistamientos de ovnis. Sin embargo, es considerado otro acceso a la Tierra Hueca.
Los niños verdes de Woolpit
Y en estas evidencias de la Tierra hueca no pida faltar los niños verdes de Woolpit. En algún momento del año 1173, los agricultores locales de Woolpit en Suffolk, Inglaterra, se sorprendieron al descubrir un niño y una niña llorando en un campo, hablando con un lenguaje ininteligible y con una piel de color verde. Los niños fueron llevados a una casa cercana para que pudieran alimentarse. Pero lo más sorprendente fue que los niños no tenían conocimiento de los alimentos que les ofrecían los campesinos, y tuvieron que aprender a comer.
Aunque el niño murió poco después, la chica sobrevivió, fue educada y bautizada con el nombre de Agnes Barre y acabó cambiando su piel de color verde al de un humano normal. Agnes dijo haber venido de una tierra donde no había luz solar. Un incidente similar ocurrió en Banjos, España, donde dos niños verdes, un niño y una niña, se encontraron llorando en una cueva.
Seres reptilodes
Una de las historias más ampliamente difundida entre los expertos de la Tierra Hueca es la de un espeleólogo llamado Jerry. En la década de 1990, un equipo de espeleólogos decidieron explorar cuevas y cavernas alrededor de Missouri y Arkansas. Mientras exploraban una de las cavernas, Jerry trazó una ruta hasta llegar a un área que él creía que era en realidad el fin del sistema, cuando un crujido encima de él le llamó la atención. Jerry se subió a una pequeña abertura que había encima de él, de donde parecía provenir los enigmáticos sonidos.
Jerry afirmó ver una extraña máquina semejante a un “carrito de golf” y a un hombre lagarto de dos metros de altura. La cara y la cabeza tenían la forma de un ser humano, pero con una nariz plana, sin oídos ni cabellos. La parte superior de la cabeza tenía una forma escamosa o una especie de cresta que se extendía hasta la parte posterior del cuello, y los labios y ojos eran inusualmente grandes. La criatura reptiliana tenía una cola de uno 1.5 metros, y llevaba un traje de color dorado.
Jerry, muy sorprendido por lo que vio, incluso afirmó haber hecho algunas fotografías de la criatura, justo antes de que se volviera hacia él, silbando. La experiencia del espeleólogo sirvió para confirmar la existencia de extrañas criaturas viviendo en el interior de la Tierra, pero aparte de este ser reptiloide, Jerry también afirmó haber sido testigo de la existencia de arañas gigantes y otro tipo de misteriosas criaturas, como si se tratar del mundo descrito por Julio Verne.
Podríamos continuar escribiendo centenares de páginas con sorprendentes evidencias que parecen demostrar la existencia de un mundo en el interior de la Tierra, con vegetación, extrañas criaturas y una civilización con tecnología muy avanzada. Pero, ¿qué te parece? ¿Existe realmente la Tierra Hueca? ¿Las máquinas voladoras que vio el almirante Byrd son naves extraterrestres procedentes del interior de la tierra? ¿Hay todo un reino subterráneo habitado por formas de vida desconocidas?
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