Como si el nivel de extrañeza del legendario Mecanismo de Anticitera no fuera lo suficientemente elevado, un nuevo análisis indica que el artilugio astronómico es más antiguo de lo que los arqueólogos han asumido hasta ahora.
Descubierto en el año 1901 entre los restos de un naufragio cerca de la isla griega de Anticitera, el mecanismo está diseñado para prever la posición del Sol, la Luna, y algunos planetas, otorgándole la capacidad de predecir eclipses. También se cree marcaba las fechas para los Juegos Olímpicos. No era programable en un sentido moderno, pero algunos se refieren a este artefacto como la primera computadora análoga. Cualquiera fuera su propósito, nada tan avanzado ha sido encontrado en la antigüedad, convirtiéndose así en un verdadero objeto fuera de su tiempo.
Los arqueólogos e historiadores no tiene certeza sobre cuándo fue construido el mecanismo, o por quién, si bien se piensa que su diseño pudo verse influenciado por las enseñanzas científicas de Arquímedes, Hiparco o Posidonio.
Un reporte aparecido esta semana en el New York Times, expone un reciente análisis efectuado sobre el dial utilizado para predecir eclipses (el cual se encuentra en la parte trasera del artilugio) que ha arrojado nuevas pistas para resolver el enigma:
Christian C. Carman, historiador científico de la Universidad Nacional de Quilmes en Argentina, y James Evans, físico de la Universidad de Puget Sound en Washington, sugieren que el calendario del misterioso dispositivo comienza en el 205 a.C., solo siete años después de la muerte de Arquímedes. El mecanismo probablemente estuvo incrustado en una caja de madera y fue operado a través de una manivela. Tanto en su frente como en su parte trasera existen inscripciones que en los 1970s se estimaron de una fecha cercana al 87 a.C. Más adelante, exámenes de las letras griegas de las inscripciones datarían al mecanismo entre el 150 y 100 a.C. Este mes, un artículo publicado en la revista científica Archive for History of Exact Sciences, y escrito por el Dr. Carman y el Dr. Evans, le ha dado una nueva vuelta de tuerca al asunto. Comenzando con las maneras en que los patrones del artefacto encajan con antiguos registros babilónicos sobre eclipses, los dos científicos se valieron de un proceso de eliminación para llegar a la conclusión que el punto de inicio para el calendario presente en el Mecanismo de Anticitera era al menos 1 siglo más antiguo de lo que se creía. El hallazgo apoya la idea —dicen los científicos— que la estrategia del mecanismo para la predicción de eclipses no está basada en la trigonometría griega, que no existía en aquel tiempo, sino en métodos aritméticos babilónicos que los griegos tomaron prestados. Esto significa que el mecanismo ya era viejo para el tiempo en que alguien decidió cargarlo en un barco entre el 85 y el 60 a.C. También hace poco probable cualquier conexión con el genio de Arquímedes.
En la actualidad se está revisitando y explorando nuevamente el sitio del naufragio donde fue encontrado este ‘oopart’ hace más de 113 años, en busca de otros tesoros y pistas que puedan ayudar a desentrañar el misterio
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