En los anales de lo paranormal hay también terribles tragedias que han sido considerados verdaderos fenómenos inexplicables o incluso milagros. Este es el caso de Rosalía Lombardo, también conocida como “La Bella Durmiente de Palermo”. Mario Lombardo, un padre con una terrible historia familiar, no podía soportar la idea de vivir ni un solo día sin ver la cara de su hija Rosalia. La pequeña de tan solo dos años murió de neumonía en Palermo, Sicilia, el 6 de diciembre de 1920, a tan solo siete días de su cumpleaños.
Después de la muerte de Rosalía, su padre decidió embalsamar su cuerpo para preservarla para siempre. El trabajo de embalsamamiento fue tan sorprendente que en 1995, Rosalia parecía estar simplemente dormida. Pero lo más sorprendente de la historia lo encontramos en los ojos de Rosalía, ya que continúan abriéndose y cerrándose, como si despertara lentamente de un largo sueño…
La “bella durmiente” de Palermo
En el siglo XVI la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos de Palermo se enfrentaron a un gran problema: su cementerio estaba completo y no podían enterrar a nadie más. Para solucionar el grave problema, los monjes decidieron construir una cripta bajo el monasterio. En 1599 la cripta ya estaba construida y ya albergaba los primeros cuerpos embalsamados. Las catacumbas eran reservadas principalmente para los monjes, sin embargo, a lo largo de los siglos, muchos aristócratas también acabaron descansando en la cripta.
En diciembre de 1920, el cuerpo de Rosalía Lombardo terminaría siendo los últimos en entrar en los túneles de las catacumbas de los Capuchinos de Palermo, convirtiéndose en su morada del más allá. Pero gracias a los deseos de su padre, Rosalía se convertiría en una figura muy famosa y también misteriosa.
El misterioso embalsamamiento
Mario Lombardo pensó que si no podía salvar la vida de su querida hija de dos años, tal vez podría preservar su memoria e incluso su cuerpo. Mario se puso en contacto con Alfredo Salafia, un hombre de reconocido prestigio en la práctica de embalsamamiento en todo el mundo, para ver si el cuerpo de su hija podía ser preservado en un estado natural, incluso cuando descansara en los túneles de los Capuchinos.
Salafia estaba utilizando en ese momento una técnica química innovadora para eliminar las bacterias y otros componentes químicos del interior de los cadáveres, que son los causantes de la descomposición. Mientras que hoy en día los cuerpos comienzan a mostrar signos de descomposición después de casi un siglo, la sorprendente técnica utilizada para preservar el cuerpo de Rosalía parecía conseguir soportar el paso de los siglos sin problemas, aunque se pensaba que había desparecido con la muerte de Salafia en 1933, algo que parecía indicar que se convertiría en un misterio sin explicación.
Sin embargo, décadas después de la muerte de Salafia, descubrieron un libro de memorias escrito por él mismo en secreto, donde había notas originales sobre la fórmula utilizada en la preservación del cuerpo de Rosalía Lombardo. Según estos escritos, primero se dreno la sangre del cuerpo de Rosalía, junto con otras prácticas que son más comunes durante el embalsamamiento. Incluso Salafia dijo utilizar técnicas antiguas, como la inyección arterial de fluidos de los egipcios, junto con la mezcla de aceites, especias que protegían al cuerpo de la descomposición natural. Pero además de todo esto, Salafia utilizaría un método especial mediante una serie de ingredientes ligeramente diferentes: una mezcla de formaldehído, “saturado con un tanto por ciento de sulfato de zinc y cloruro, y una parte de una solución de alcohol saturado con ácido salicílico”.
Al parecer, este líquido sustituye la sangre del cuerpo de Rosalia, mientras que el alcohol y la glicerol se aplicaron en el exterior para preservar el cuerpo sin permitir que se secara demasiado. Para evitar el crecimiento de hongos o bacterias, también se aplicó ácido salicílico, y, finalmente, las sales de zinc con el fin de ayudar al cuerpo a mantener con el paso del tiempo su forma original. Podría decirse que ni siquiera Salafia había sabido hasta qué punto su nueva técnica de preservación tuvo éxito; pero el cuerpo de la pequeña Rosalía se mantuvo intacto con el paso de las décadas.
Exámenes actuales del cuerpo muestran lo bien que se ha conservado con el paso del tiempo, con la mayoría de los órganos internos intactos, a pesar de una menor decoloración de la piel que se ha observado en los últimos años. Para evitar un deterioro mayor, el cuerpo de Rosalía ahora descansa en un recinto de cristal herméticamente sellado, que contiene gas nitrógeno para ayudar a mantener el cuerpo seco y parar la decadencia que había comenzado a aparecer. ¿Pero esta es la explicación para el misterio de Rosalía Lombardo?
La reencarnación de Santa Rosalía
A parte del misterio de su apariencia, Rosalía es considerada especial por otra razón muy diferente. Los más creyentes creen que Rosalía Lombardo es la reencarnación de la patrona de Palermo, Santa Rosalía. La leyenda dice que Santa Rosalia nació en una familia noble y se convirtió en una devota religiosa. Se dice que Santa Rosalia fue llevada a una cueva por dos ángeles, donde pasó su vida como una ermitaña, falleciendo en 1166.
Quinientos años después una plaga azotó Palermo, y Santa Rosalía se apareció a una mujer enferma y luego a un cazador, diciéndoles donde estaban sus restos. El cazador encontró el cuerpo muy bien preservado en la cueva, lo llevó a la ciudad en procesión, y misteriosamente la plaga cesó.
¿Fenómeno sobrenatural?
Sin embargo, lo más misterioso del cuerpo de Rosalía, es el hecho de que durante años muchos visitantes de las Catacumbas de Los Capuchinos han visto que los ojos de la niña parecen abrirse y cerrarse lentamente con el tiempo, dándole un aspecto aún más inquietantemente realista. Mientras que los expertos han explicado que el extraño fenómeno es un simple efecto causado por la luz ambiental, muchos creen que se trata de una especie de milagro, una evidencia de las capacidades sobrenaturales de Rosalía. Para demostrar este proceso inexplicable en los ojos de Rosalía, se instaló una cámara con la técnica de time-lapse, mostrando claramente que durante un período de doce horas, sus ojos se abrían y se cerraban.
Y aunque son muchas las teorías para explicar por qué los ojos de Rosalía se abren y se cierran solos, la ciencia aún no ha podido dar una explicación racional. Es por este motivo que muchas personas alrededor del mundo siguen creyendo en la naturaleza milagrosa de Rosalía Lombardo.
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