La Guardia Costera estadounidense buscaba a un carguero desaparecido con 33 tripulantes a bordo que quedó atrapado en medio del poderoso huracán Joaquín, que este viernes seguía castigando con fuerza a las islas Bahamas.
La Guardia Costera anunció el operativo para encontrar al carguero El Faro, con el que había perdido comunicación, en momentos en el que las autoridades de Bahamas daban cuenta de casas destruidas, inundaciones y cientos de personas sin electricidad en las islas centrales del archipiélago, aun cuando no se reportaban víctimas.
El peligro no amainaba porque el “extremadamente peligroso Joaquín” se ubicaba apenas 15 km al norte de Rum Key, Bahamas, y seguía siendo un huracán de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson de máximo 5, con destructivos vientos de 215 km por hora, indicó a las 18H00 GMT el estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
El NHC indicó que según los últimos modelos la trayectoria prevista de Joaquín los próximos días lo alejaba de la costa este de Estados Unidos, lo que llevó alivio a residentes y autoridades en varios estados del país, que ya han soportado copiosas lluvias de otros frentes climáticos.
Joaquín seguirá golpeando por lo menos hasta la noche del viernes a Las Bahamas, que desde el jueves reciben su impacto. Fue precisamente desde cerca de Crooked Island, Bahamas, donde el carguero El Faro envió un mensaje satelital la mañana del jueves alertando que había perdido propulsión y que hacía agua, aunque la situación fue controlada en ese momento, según la Guardia Costera.
Esfuerzos para restablecer comunicaciones con el barco El Faro han sido infructuosos, agregó la entidad, que envío dos aviones para tratar de localizar al barco de 224 metros de eslora y bandera estadounidense que realizaba la ruta entre Florida (sureste de EEUU) y Puerto Rico.
Las islas de Bahamas más afectadas son Long Island, Cat Island y Rum Key, donde las aguas subieron más de un metro, los vientos tumbaron árboles y los residentes se encuentran sin electricidad ni teléfono.
“Es mucha agua. Creo que tenemos 1,3 metros de agua en este momento”, dijo una residente de Rum Key a una radio local. “Necesitamos ayuda”, señaló. Las escuelas, los negocios y las oficinas del gobierno se mantenían cerradas, mientras que la Corporación Eléctrica de Bahamas indicó que muchas islas se quedaron sin electricidad.
Cauto alivio
Joaquín también lanzó lluvias sobre Cuba, donde Defensa Civil pidió tomar las precauciones necesarias.
“Las bandas externas de la circulación de este huracán producen numerosas lluvias y algunas tormentas eléctricas desde Camagüey hasta Guantánamo, las que han sido fuertes e intensas en algunas localidades”, dijo un parte emitido por el Instituto de Meteorología.
El ciclón podía afectar también a Haití, República Dominicana y Turcos y Caicos, antes de adentrar en mar abierto hacia el norte.
Aunque la costa este de Estados Unidos respiraba con mayor tranquilidad este viernes, Joaquín podría generar al menos lluvias y fuerte oleaje, advirtió el NHC. Desde Georgia en el sureste hasta Nueva York en el noreste, las autoridades habían activado las alertas.
“La previsión es de hasta 250 mm de lluvias en áreas en Virginia que pueden resultar en inundaciones, cortes de energía y amenazas serias para la vida y la propiedad”, dijo el gobernador del estado, Terry McAuliffe. La costa noroeste de Estados Unidos tiene el recuerdo vivo del huracán Sandy, que en 2012 dejó alrededor de 200 muertos y extensos daños en varios estados.
Joaquín es la décima tormenta de la temporada de huracanes del Atlántico, que finaliza en noviembre. Hasta ahora dos tormentas han alcanzado la categoría de huracán, pero el meteoro más destructivo fue la tormenta tropical Erika, que dejó 30 muertos en la pequeña isla caribeña de Dominica.
La Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) había pronosticado que la actual temporada sería menos activa de lo habitual, con un máximo de cuatro huracanes, sobre todo por el fenómeno de El Niño, que inhibe la formación de tormentas.